Educamos para promover la dignidad de la persona, creada a imagen y semejanza de Dios (Gen. 1,27).

Educamos para vivir y proyectar la Espiritualidad Eucarística Mariana.

Educamos para hacer de la práctica educativa, un proyecto de evangelización.

Ofrecemos un modelo educativo que responda a los compromisos de una educación integral.

Educamos para que el alumno respete, ame y valore la vida en tosas sus manifestaciones.

Educamos con un sentido de compromiso personal y comunitario.

Educamos en un ambiente de alegría.

Educamos para propiciar que los educandos sean capaces de afrontar los retos del tercer milenio.

Educamos para ofrecer a los maestros en espacio de trabajo profesional, que fortalezca su vocación de educador Cristiano.

Educamos para apoyar a los padres de familia, en su responsabilidad como primeros educadores de sus hijos. Compromiso compartido con todo el personal, con alumnos y padres de familia.​